Las estrellas de futbol americano y los videojuegos siempre han estado ligados en todos los aspectos, pero un caso especial es el juego de Madden que ha llenado de incertidumbre y mala suerte a todos los jugadores que han posado para la portada que el juego edita año con año.

Barry Sanders fue la primera figura en aparecer en la portada del legendario videojuego, ahí comenzó el maleficio, porque después de salir unos días a la venta, el corredor de los Leones de Detroit anunció su retiro de los emparrillados.


Para el siguiente año, Dorsey Levens, también corredor pero de Green Bay, fue el protagonista para el Madden 00 ya que la temporada anterior tuvo mil yardas conseguidas, la mala suerte cobró una víctima más y solamente pudo conseguir 224 yardas.

Eddie George, corredor de los Titanes de Tennessee, fue la imagen del videojuego para la consola XBOX en 2001, su gran error fue un fumble ante los Cuervos de Baltimore en los playoffs y eso le costó a su equipo no avanzar al Super Bowl.

Para 2002 el quaterback de los Vikingos de Minnesota, Daunte Culpepper, fue la nueva estrella para la carátula y rompió con la tradición de que sólo corredores llenaban la portada del videojuego, pero el maleficio no cambio, ya que una lesión en la rodilla lo marginó de toda la temporada.

El emblema de Madden del 2003 fue el corredor Marshall Faulk, en aquel entonces con los Carneros de San Luis, y el maleficio para él fue una torcedura de tobillo que lo separó de las actividades por el resto del año.

Michael Vick, pasador de los Halcones Negros de Atlanta, fue el "afortunado" novato para la foto del juego en el 2004, pero la temática no cambió, porque una fractura de peroné prohibió al joven mariscal demostrar su eficacia dentro de la NFL.

Por su parte, el linebacker de los Cuervos de Baltimore, Ray Lewis, no pudo jugar el último encuentro de la temporada 2005 por una fuerte lesión en la muñeca derecha. Mientras que el quaterback de las Águilas de Filadelfia, Donovan Macnabb, recibió el calvario al sufrir una doble lesión en el pecho y en la ingle en el 2006, lo que provocó que los volátiles no calificaran a la postemporada.

El jugador Más Valioso de la temporada, el corredor de los Halcones Marinos de Seattle Shaun Alexander, fue la imagen para el 2007 y tuvo la mala suerte de romperse el pie derecho en el primer partido de la temporada. Aunque para la edición del 2008 el pasador de Titanes, Vince Young, la maldición tuvo mayor piedad hacia él porque solamente sufrió dolencias en el cuadríceps pero no lo alejaron de la actividad.

Y para la última edición, Brett Favre es la gran estrella para la edición 2009 y fue gracias a hacer pedazos dos récords de la liga y convertirse en líder indiscutible de los Empacadores de Green Bay, pero la historia cambió drásticamente después de haber anunciado su regreso a los emparrillados y encontrarse con que el equipo de sus amores ya no lo acepta en el rooster.

Esta es una leyenda para todos los jugadores de futbol americano que algún día podrían ser considerados para la portada de uno de los videojuegos más tradicionales de Estados Unidos, pero las maldiciones no respetan prosapia, jerarquía y mucho menos nombres, por lo que la sentencia para sus carreras ya está escrita.

Nota Original del Universal