Cuando Celia tenían 17 años era una adolescente promedio, estaba cursando el ultimo semestre de preparatoria sus calificaciones iban de buenas a regular, fumaba poco (solo por socializar), tomaba alcohol, cerveza de vez en cuando, regularmente de forma moderada, solo una que otra vez necesito de alguien que le ayudara llegar a su casa, digamos... nada fuera de lo normal para los jóvenes de esa época.
Sus papás se eran divorciados, se habían separado cuando ella tenia 8 años, sus dos hermanos 10 y 11. Su madre se hizo cargo de ellos prácticamente en todos los aspectos, ya que de su padre fue poca, casi nula la atención o ayuda que recibieron después de su separación.
La vida para ella en particular no fue fácil, ya que siendo tan pequeña tuvo que hacerse cargo de la casa debido a que su madre para sacarlos adelante trabajaba la mayor parte del día y era Celia quien realizaba las labores para mantener la casa en orden incluyendo a sus hermanos.
Afortunadamente su madre pudo sacar adelante a los tres hermanos dándoles una buena educación académica, siempre les inculco que para llegar hacer alguien de bien en la vida había que preparase y estudiar, sin embargo muchos aspectos de su formación como seres humanos no fue del todo buena, ya que por la misma desatención y carencia de la figura paterna los muchachos fueron adquiriendo los pocos y distorsionados valores que aprendían de los amigos, los medios de comunicación y la disfuncional educación escolar.
Celia había tenido suerte, estaba a punto de terminar la preparatoria sin resultar embarazada y hasta casada como algunas de sus compañeras. Pero justo una semana antes del termino de clases sucedió algo que cambio el rumbo de su vida.
Durante la fiesta de cumpleaños de una de sus compañeras de escuela, habían estado muy alegres, a ella le gustaba mucho cantar y hacer bromas con sus amigos acerca de como serian cuando estuvieran viejos, gruñones, artríticos, chimuelos y parodiaba a sus amigos con esas características, de pronto mientras ella reía comenzó a sacudirse de forma exagerada, sus amigos la miraban de forma desconcertante y otros pensaban que era otra de sus bromas, al parecer era un ataque de epilepsia pero extrañamente gritaba: Ayúdenme! Ayúdenme! Que me esta pasando? Por favor ayúdenme!, con los ojos desorbitados y saltados como si estos fueran a salirse de sus cuencas.
Termino en el suelo después de chocar contra la pared y un par de muebles mientras continuaba retorciéndose, habían pasado un par de minutos sin que nadie pudiera hacer nada.
De pronto entre la multitud que la rodeaba salio un joven un poco menor que ella, de aspecto fúnebre, y gesto serio, casi molesto, lentamente se acerco hacia ella y la tomo de la frente forcejando un poco contra los agitados movimientos de Celia. Cuanto la había tomado puso su mano izquierda sobre sus ojos con los dedos indice y anular, haciendo presión sobre ellos a tal grado que parecía que los arrancaría mientras que hacia un extraño sonido similar a un silbido suave. Los movimientos y llanto de Celia poco a poco fueron reduciendo hasta que termino desmallada. Para cuando había llegado la asistencia medica muchos de los muchachos de la fiesta se habían retirado, algunos por temor y otros por evitar problemas, los mas curiosos y morbosos permanecieron en el lugar, el misterioso muchacho tal cual llego, se marcho, sin que nadie supiera de él.
Celia fue llevada al hospital, únicamente para una revisión de rutina ya que cuando los paramédicos llegaron simplemente la encontraron inconsciente, como si solo hubiera sido una descompensación por ingerir alcohol y baja presión. Por lo mismo fue dada de alta en pocos minutos con la recomendación de reposo y buena alimentación.
Ella estaba muy desconcertada cuando perdió el conocimiento también olvido lo que le había sucedido y solo recordaba vagamente lo que paso durante la fiesta.
Por la noche, mientras dormía, en sueños comenzó a ver breves imágenes de lo que le sucedió antes, rápidamente se le presentaban como fotografías destellantes tomadas por sus ojos, antes de despertar la ultima imagen que vio fue la de un niño que la hizo saltar en un grito de desesperación, en ese momento recordó todo lo que había ocurrido y se dio cuenta que algo peor estaba por venir...
Continuara...
Sus papás se eran divorciados, se habían separado cuando ella tenia 8 años, sus dos hermanos 10 y 11. Su madre se hizo cargo de ellos prácticamente en todos los aspectos, ya que de su padre fue poca, casi nula la atención o ayuda que recibieron después de su separación.
La vida para ella en particular no fue fácil, ya que siendo tan pequeña tuvo que hacerse cargo de la casa debido a que su madre para sacarlos adelante trabajaba la mayor parte del día y era Celia quien realizaba las labores para mantener la casa en orden incluyendo a sus hermanos.
Afortunadamente su madre pudo sacar adelante a los tres hermanos dándoles una buena educación académica, siempre les inculco que para llegar hacer alguien de bien en la vida había que preparase y estudiar, sin embargo muchos aspectos de su formación como seres humanos no fue del todo buena, ya que por la misma desatención y carencia de la figura paterna los muchachos fueron adquiriendo los pocos y distorsionados valores que aprendían de los amigos, los medios de comunicación y la disfuncional educación escolar.
Celia había tenido suerte, estaba a punto de terminar la preparatoria sin resultar embarazada y hasta casada como algunas de sus compañeras. Pero justo una semana antes del termino de clases sucedió algo que cambio el rumbo de su vida.
Durante la fiesta de cumpleaños de una de sus compañeras de escuela, habían estado muy alegres, a ella le gustaba mucho cantar y hacer bromas con sus amigos acerca de como serian cuando estuvieran viejos, gruñones, artríticos, chimuelos y parodiaba a sus amigos con esas características, de pronto mientras ella reía comenzó a sacudirse de forma exagerada, sus amigos la miraban de forma desconcertante y otros pensaban que era otra de sus bromas, al parecer era un ataque de epilepsia pero extrañamente gritaba: Ayúdenme! Ayúdenme! Que me esta pasando? Por favor ayúdenme!, con los ojos desorbitados y saltados como si estos fueran a salirse de sus cuencas.
Termino en el suelo después de chocar contra la pared y un par de muebles mientras continuaba retorciéndose, habían pasado un par de minutos sin que nadie pudiera hacer nada.
De pronto entre la multitud que la rodeaba salio un joven un poco menor que ella, de aspecto fúnebre, y gesto serio, casi molesto, lentamente se acerco hacia ella y la tomo de la frente forcejando un poco contra los agitados movimientos de Celia. Cuanto la había tomado puso su mano izquierda sobre sus ojos con los dedos indice y anular, haciendo presión sobre ellos a tal grado que parecía que los arrancaría mientras que hacia un extraño sonido similar a un silbido suave. Los movimientos y llanto de Celia poco a poco fueron reduciendo hasta que termino desmallada. Para cuando había llegado la asistencia medica muchos de los muchachos de la fiesta se habían retirado, algunos por temor y otros por evitar problemas, los mas curiosos y morbosos permanecieron en el lugar, el misterioso muchacho tal cual llego, se marcho, sin que nadie supiera de él.
Celia fue llevada al hospital, únicamente para una revisión de rutina ya que cuando los paramédicos llegaron simplemente la encontraron inconsciente, como si solo hubiera sido una descompensación por ingerir alcohol y baja presión. Por lo mismo fue dada de alta en pocos minutos con la recomendación de reposo y buena alimentación.
Ella estaba muy desconcertada cuando perdió el conocimiento también olvido lo que le había sucedido y solo recordaba vagamente lo que paso durante la fiesta.
Por la noche, mientras dormía, en sueños comenzó a ver breves imágenes de lo que le sucedió antes, rápidamente se le presentaban como fotografías destellantes tomadas por sus ojos, antes de despertar la ultima imagen que vio fue la de un niño que la hizo saltar en un grito de desesperación, en ese momento recordó todo lo que había ocurrido y se dio cuenta que algo peor estaba por venir...
Continuara...
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