La artritis, la reuma, la agilidad mental y el riesgo de infarto los había alejado aquello con lo que desde su juventud los hizo conocerse y los mantenía unidos.Aquello que los hizo odiarse y al mismo tiempo amarse.
Ya no eran más esos tiempos, poco quedaba de esos gratos momentos.
"Los videojuegos habían quedado en el pasado"
BetoRock y Lord Darth E ya no eran solo unos Gamertags.
Don Alberto y el Señor Dante habían hecho una vida (a pesar de los rumores, dimes y diretes que los relacionaban uno con el otro, no necesariamente como "solo amigos" sino de manera más "intima"), si es verdad fueron gamers gran parte de ella, aunque hoy ya no recuerdan cuando dejo de ser así.
En 2011, Alberto se caso con su novia de tantos años (ella aun con dudas por los rumores), no paso mucho tiempo cuando procrearon a las gemelas, un par de hijas preciosas, a ellas jamás les gusto jugar videojuegos, Oh! gran decepción para Alberto.
El fue respetuoso, nunca intento obligarlas a inculcarles ese gusto que para el era su pasión. Ellas como lo amaban tanto de vez en cuando jugaban por ratos con el, aunque tan picaras, siempre encontraban un escusa para salir corriendo hacer otra cosa, "papito, necesito hablar por teléfono", "me acorde que tengo tarea". Él lo sabía, pero nunca les dijo nada, solo disfrutaba esos breves instantes en que sus hijas compartían un juego con él.
Los años pasaron, las hijas crecieron, Alicia la mas chica a temprana edad pidió ir a estudiar a Europa, haya hizo su carrera en Modas, conoció a un joven, Gardiel era su nombre, un joven sano y de buena familia, él vino a México a pedir la mano de Alicia, estuvieron algunos días para conocer a la familia.
Alberto lo llego a querer mucho, era un buen muchacho y vio que era bueno para su hija, tan rápido pasaron las cosas que no tuvo oportunidad de saber en ese momento si le gustaban los videojuegos, antes de eso Alicia y Gardiel ya habían partido de regreso a Francia.
A los meses Alberto y su familia cruzaron el océano para entregar a su hija en el altar, fue una hermosa ceremonia, hubo una gran fiesta, un generoso banquete, muchos invitados, Alberto interpreto una canción que había escrito especialmente para Alicia, todos derramaron lagrimas por tan conmovedora letra.
Pero al mismo tiempo había júbilo y alegría, los novios apenas terminaron los compromisos, salieron pronto a su luna de miel.
Los mexicanos, regresaron a su hogar dejando a la más pequeña de sus hijas en un lejano país.
Clara la hija mayor en un inicio decidió no estudiar una carrera, a temprana edad había mostrado habilidades para la cocina, apenas terminando el bachillerato tuvo la oportunidad de trabajar en un respetable restaurante, tuvo mucho éxito.
Después de algunos años viajo por todo el país conociendo la cocina tradicional de cada estado, después de tanta experiencia estudio la carrera de gastronomía internacional, viajo por Asia, Europa y Sudamérica. Al final regreso con el firme propósito de abrir su propio restaurante, hasta hoy es la mejor Chef del país y su negocio es reconocido a nivel internacional.
Clara aun no se casa, ella tiene otro concepto del compromiso, tampoco ha tenido hijos, a vivido apasionada de la cocina y sus negocios.
Alberto y su esposa viven orgullosos de sus hijas, él ya no es aquel Beto que alguna vez fue con un control de juegos en sus manos, pero aun queda el vago recuerdo y la satisfacción de haber disfrutado hasta el último momento su más grande afición.
El señor Dante tiene otra historia, cuando el inicio como gamer ya tenía una vida recorrida, algunos matrimonios, divorcios, aunque no tenía hijos.
En sus inicios como videojugador vivió acompañado mucho tiempo de sus mascotas, gatos y aves, era frecuente escuchar sus gritos pues las travesuras de estos interrumpían sus juegos.
Al paso de los años fue creciendo en madurez al mismo tiempo que en un buen jugador, conoció a Martha, la cual él decía "era la mujer de su vida" y asi lo fue no se casaron pero ha vivido con ella durante 40 años -los más felices de su vida- nos platico Dante.
Ellos tuvieron un hijo, un niño muy despierto y hábil, desde muy pequeño fue bueno en los deportes y también buen videojugador, sus padres supieron cómo encontrar un balance entre el deporte y los juegos frente a la tv.
No fue el niño más brillante en la escuela pero siempre obtuvo becas por su cualidades en el deporte, a pesar de que a Dante no le gustaba el futbol acepto que ese sería el deporte que practicara profesionalmente su hijo.
Dante si tuvo la fortuna de compartir muchos momentos de videojuego junto a su hijo e incluso con sus amigos, no dejaba de ser un niño y siempre que encontraba la oportunidad los invitaba a jugar.
A Martha no le agradaba del todo la idea de los videojuegos pero al ver a Dante tan feliz era condescendiente con el.
Como ven su vida ha sido muy distinta a pesar de a pesar de todos su amistad aun perdura y viviran unidos llevando en su memoria que alguna vez se odiaron, se ofendieron y se traicionaron por una misma pasión "El Michi" y claro, los videojuegos.
Don Alberto y el Señor Dante habían hecho una vida (a pesar de los rumores, dimes y diretes que los relacionaban uno con el otro, no necesariamente como "solo amigos" sino de manera más "intima"), si es verdad fueron gamers gran parte de ella, aunque hoy ya no recuerdan cuando dejo de ser así.
En 2011, Alberto se caso con su novia de tantos años (ella aun con dudas por los rumores), no paso mucho tiempo cuando procrearon a las gemelas, un par de hijas preciosas, a ellas jamás les gusto jugar videojuegos, Oh! gran decepción para Alberto.
El fue respetuoso, nunca intento obligarlas a inculcarles ese gusto que para el era su pasión. Ellas como lo amaban tanto de vez en cuando jugaban por ratos con el, aunque tan picaras, siempre encontraban un escusa para salir corriendo hacer otra cosa, "papito, necesito hablar por teléfono", "me acorde que tengo tarea". Él lo sabía, pero nunca les dijo nada, solo disfrutaba esos breves instantes en que sus hijas compartían un juego con él.
Los años pasaron, las hijas crecieron, Alicia la mas chica a temprana edad pidió ir a estudiar a Europa, haya hizo su carrera en Modas, conoció a un joven, Gardiel era su nombre, un joven sano y de buena familia, él vino a México a pedir la mano de Alicia, estuvieron algunos días para conocer a la familia.
Alberto lo llego a querer mucho, era un buen muchacho y vio que era bueno para su hija, tan rápido pasaron las cosas que no tuvo oportunidad de saber en ese momento si le gustaban los videojuegos, antes de eso Alicia y Gardiel ya habían partido de regreso a Francia.
A los meses Alberto y su familia cruzaron el océano para entregar a su hija en el altar, fue una hermosa ceremonia, hubo una gran fiesta, un generoso banquete, muchos invitados, Alberto interpreto una canción que había escrito especialmente para Alicia, todos derramaron lagrimas por tan conmovedora letra.
Pero al mismo tiempo había júbilo y alegría, los novios apenas terminaron los compromisos, salieron pronto a su luna de miel.
Los mexicanos, regresaron a su hogar dejando a la más pequeña de sus hijas en un lejano país.
Clara la hija mayor en un inicio decidió no estudiar una carrera, a temprana edad había mostrado habilidades para la cocina, apenas terminando el bachillerato tuvo la oportunidad de trabajar en un respetable restaurante, tuvo mucho éxito.
Después de algunos años viajo por todo el país conociendo la cocina tradicional de cada estado, después de tanta experiencia estudio la carrera de gastronomía internacional, viajo por Asia, Europa y Sudamérica. Al final regreso con el firme propósito de abrir su propio restaurante, hasta hoy es la mejor Chef del país y su negocio es reconocido a nivel internacional.
Clara aun no se casa, ella tiene otro concepto del compromiso, tampoco ha tenido hijos, a vivido apasionada de la cocina y sus negocios.
Alberto y su esposa viven orgullosos de sus hijas, él ya no es aquel Beto que alguna vez fue con un control de juegos en sus manos, pero aun queda el vago recuerdo y la satisfacción de haber disfrutado hasta el último momento su más grande afición.
El señor Dante tiene otra historia, cuando el inicio como gamer ya tenía una vida recorrida, algunos matrimonios, divorcios, aunque no tenía hijos.
En sus inicios como videojugador vivió acompañado mucho tiempo de sus mascotas, gatos y aves, era frecuente escuchar sus gritos pues las travesuras de estos interrumpían sus juegos.
Al paso de los años fue creciendo en madurez al mismo tiempo que en un buen jugador, conoció a Martha, la cual él decía "era la mujer de su vida" y asi lo fue no se casaron pero ha vivido con ella durante 40 años -los más felices de su vida- nos platico Dante.
Ellos tuvieron un hijo, un niño muy despierto y hábil, desde muy pequeño fue bueno en los deportes y también buen videojugador, sus padres supieron cómo encontrar un balance entre el deporte y los juegos frente a la tv.
No fue el niño más brillante en la escuela pero siempre obtuvo becas por su cualidades en el deporte, a pesar de que a Dante no le gustaba el futbol acepto que ese sería el deporte que practicara profesionalmente su hijo.
Dante si tuvo la fortuna de compartir muchos momentos de videojuego junto a su hijo e incluso con sus amigos, no dejaba de ser un niño y siempre que encontraba la oportunidad los invitaba a jugar.
A Martha no le agradaba del todo la idea de los videojuegos pero al ver a Dante tan feliz era condescendiente con el.
Como ven su vida ha sido muy distinta a pesar de a pesar de todos su amistad aun perdura y viviran unidos llevando en su memoria que alguna vez se odiaron, se ofendieron y se traicionaron por una misma pasión "El Michi" y claro, los videojuegos.
0 comentarios:
Publicar un comentario